En el Estadio Tres de Febrero, Almagro cayó, por 2 a 1, frente a Independiente Rivadavia (MDZ) y quedó eliminado del reducido. Nicolás Servetto abrió el marcador, pero Sebastián Navarro y Matías Quiroga pusieron cifras definitivas e hicieron añicos el ansiado sueño.
Tras el pitazo inicial de Pablo
Giménez, ambos elencos salieron con la premisa de proponer su juego e ideas en
el verde césped. Los dirigidos por Norberto Paparatto intentaban generar
peligro, con sociedades y desbordes de Nicolás Dematei o Leonardo Ferreyra,
aunque esporádicamente. Por su parte, la lepra mendocina empezaba su coyuntura
con la recuperación, y primer pase, de Gustavo Turraca o Sebastián Navarro y
los movimientos de Pablo Palacio y Enzo Martínez.
La apertura del marcador llegaría a
los 19 minutos. Tras un tiro de esquina de Tomás Conechny, el goleador Nicolás
Servetto anticipó en el área chica y, de cabeza, infló la red y la garganta de
los hinchas que disfrutaban su fiesta e ilusionaban con más. La alegría duraría
poco. A los 26’, Palacio aprovechó, el hueco entre Enzo Fernández y el vikingo
Dematei, tiró un centro y Sebastián Navarro se adelantó y empató transitoriamente.
Con la paridad consumada, las dudas
defensivas volvieron a sobrevolar José Ingenieros. El tricolor tenía ventaja
deportiva pero el impacto del gol, y crecimiento rival, fue difícil de
sobrellevar. La receta parecía estar en lograr más de tres pases, pero la marca
y presión de la visita lo hacía caer en pelotas dividas e imprecisiones. Los
dirigidos por Gabriel Gómez supieron golpear en los momentos justos y, antes
del cierre del primer tiempo, obtuvieron la ventaja final con un nuevo
desequilibrio del atacante Palacio y cabezazo de Matías Quiroga.
En el complemento, y con los cambios,
Almagro trató de emparejarlo con actitud y una búsqueda repetitiva de pelotazos
y centros. Juan Freytes y Valentín Perales despejaban todos los balones que
pasaban cerca. Con algún destello de Conechny, pero inconexiones en el
mediocampo, la épica y el arco defendido por el experimentado Jorge De Olivera
quedaban lejos. El próximo rival de Gimnasia (MDZ) ganaba en todas sus líneas,
se defendía con la pelota y dejaba al descubierto la desesperación y falta de
solidez del cuadro azul y negro.
Con la vuelta al reducido, luego de
dos campeonatos, y la clasificación a la Copa Argentina, El tricolor cerró un
año positivo, aunque con muchos vaivenes y cosas para replantear. El 2023 será
una nueva oportunidad de luchar por el ansiado ascenso, pero con mucho trabajo
y puntos para corregir.
Por Mariano Peralta
Ph. Prensa Almagro.