lunes, 17 de octubre de 2022

PUNTO FINAL PARA EL 2022

En el Estadio Tres de Febrero, Almagro cayó, por 2 a 1, frente a Independiente Rivadavia (MDZ) y quedó eliminado del reducido. Nicolás Servetto abrió el marcador, pero Sebastián Navarro y Matías Quiroga pusieron cifras definitivas e hicieron añicos el ansiado sueño.



Tras el pitazo inicial de Pablo Giménez, ambos elencos salieron con la premisa de proponer su juego e ideas en el verde césped. Los dirigidos por Norberto Paparatto intentaban generar peligro, con sociedades y desbordes de Nicolás Dematei o Leonardo Ferreyra, aunque esporádicamente. Por su parte, la lepra mendocina empezaba su coyuntura con la recuperación, y primer pase, de Gustavo Turraca o Sebastián Navarro y los movimientos de Pablo Palacio y Enzo Martínez.



La apertura del marcador llegaría a los 19 minutos. Tras un tiro de esquina de Tomás Conechny, el goleador Nicolás Servetto anticipó en el área chica y, de cabeza, infló la red y la garganta de los hinchas que disfrutaban su fiesta e ilusionaban con más. La alegría duraría poco. A los 26’, Palacio aprovechó, el hueco entre Enzo Fernández y el vikingo Dematei, tiró un centro y Sebastián Navarro se adelantó y empató transitoriamente.



Con la paridad consumada, las dudas defensivas volvieron a sobrevolar José Ingenieros. El tricolor tenía ventaja deportiva pero el impacto del gol, y crecimiento rival, fue difícil de sobrellevar. La receta parecía estar en lograr más de tres pases, pero la marca y presión de la visita lo hacía caer en pelotas dividas e imprecisiones. Los dirigidos por Gabriel Gómez supieron golpear en los momentos justos y, antes del cierre del primer tiempo, obtuvieron la ventaja final con un nuevo desequilibrio del atacante Palacio y cabezazo de Matías Quiroga.

En el complemento, y con los cambios, Almagro trató de emparejarlo con actitud y una búsqueda repetitiva de pelotazos y centros. Juan Freytes y Valentín Perales despejaban todos los balones que pasaban cerca. Con algún destello de Conechny, pero inconexiones en el mediocampo, la épica y el arco defendido por el experimentado Jorge De Olivera quedaban lejos. El próximo rival de Gimnasia (MDZ) ganaba en todas sus líneas, se defendía con la pelota y dejaba al descubierto la desesperación y falta de solidez del cuadro azul y negro.

Con la vuelta al reducido, luego de dos campeonatos, y la clasificación a la Copa Argentina, El tricolor cerró un año positivo, aunque con muchos vaivenes y cosas para replantear. El 2023 será una nueva oportunidad de luchar por el ansiado ascenso, pero con mucho trabajo y puntos para corregir.

Por Mariano Peralta

Ph. Prensa Almagro.